Francisco Guardeño Roldan
Concepción y creación de productos.
El producto es el resultado de la conjunción entre los esfuerzos de una organización para estar presentes en una organización de cuya actividad se derivan los beneficios que justifican dichos esfuerzos.
Cualquier empresa o persona física puede poner un producto en el mercado, siempre y cuando posea:
- Una idea.
- Unos medios para llevarla a cabo.
- Capacidad de gestión.
Al final de el proceso las empresas se encuentran con los productos que han sido capaces de concebir después de un proceso consistente en concebir ideas, centrar dichas ideas en un marco de aplicación adecuado, analizar las posibilidades de negocio del proyecto y desarrollar un producto basado en las fases anteriores, el cual debe pasar por una prueba de mercado y se comercializa.
Ahora bien, las empresas no sólo se suelen centrar en inventar algo nuevo. Los productos pueden existir ya y necesitan ser mejorados para adaptarse a circunstancias de mercado distintas de las que se dieron cuando fueron concebidas.
Por ello las empresas parten del análisis de sus productos, del posicionamiento de los mismos, diferenciando las cualidades distintivas que lo identifican frente a otros, y definiendo las alternativas al mismo puestas en el mercado por marcas competidoras. Así se desvelan fortalezas y debilidades internas, oportunidades y amenazas externas.
En este punto se pueden decidir por tres alternativas:
- Nuevo producto.
- Modificación.
- Abandonar el existente y utilizar alguna de las dos opciones anteriores con otro producto.